Vacuna sobre la leishmaniosis: ponle freno a la enfermedad

LEISHMANIA, sólo con nombrarla nos cambia la cara, y es que la gravedad de esta enfermedad, su pronóstico reservado y alto coste, justifica el empleo de todas las medidas preventivas existentes, incluso antes del periodo de mayor riesgo (primavera /verano), para disminuir su contagio y propagación.

A continuación respondemos a las preguntas más frecuentes sobre la vacuna que nos hacéis en consulta.

¿Por qué vacunamos?

La leishmaniosis es una enfermedad transmisible al hombre, y los perros son el principal reservorio de la infección.
La prevalencia de este parásito en España hace que exista un importante riesgo de contraer la enfermedad, cuyo tratamiento tiene un coste elevado y no siempre es definitivo.

La resistencia del perro a la infección activa depende de:

  • La virulencia de la cepa de Leishmania, ya que utiliza estrategias para atacar, infectar y sobrevivir dentro de las células evadiendo el sistema inmunológico.
  • El desarrollo de una respuesta inmune celular, con activación de macrófagos, linfocitos y células asesinas que destruyen al parásito. Los anticuerpos no son protectores e incluso pueden hacer más severa la enfermedad, existiendo razas más predispuestas que otras.

La utilización de una vacuna en zonas endémicas busca reforzar anualmente las medidas preventivas frente a la picadura del mosquito en animales sanos.  Estas medidas pueden fallar, por ejemplo, al bañar a nuestro perro recién puesta la pipeta, por olvidar la fecha de su reaplicación tópica, por la caducidad del collar o la pérdida del mismo.

¿Cómo actúa la vacuna?

La vacuna induce inmunidad celular específica con reconocimiento del antígeno y desarrollo de memoria de larga duración para posteriores encuentros con el parásito. Por tanto, la vacuna no impide que el patógeno entre en el cuerpo, sino que estimula y dirige la respuesta inmunitaria, reduciendo el riesgo de que dicha infección progrese hacia enfermedad activa en más de un 68%.

Incluye proteínas aisladas del parásito en cultivos, no a éste completo, de forma que no puede inducir enfermedad, y un adyuvante para potenciar la producción de linfocitos T, proporcionando un alto nivel de protección y un buen perfil de seguridad.

Aplicación vacuna Leishmania
Masajear zona de inyección

Como cualquier medicamento o producto biológico puede causar reacciones adversas, muchas de las cuales pueden prevenirse con buenas prácticas de manejo, tales como atemperar el vial reconstituido antes de la inyección, masajear posteriormente la zona y emplear fármacos que controlen la inflamación si es necesario.

Cualquier perro ¿es candidato para vacunarse?

Previamente a la vacuna se realiza un test de Leishmania para comprobar que el perro es apto. Además, para asegurar una buena respuesta debe estar desparasitado, tener más de 6 meses de edad, estar sano, no ser gestante ni lactante.

¿Cuál es el protocolo?

La primovacunación consiste en tres dosis separadas tres semanas entre sí, con inicio de la inmunidad 4 semanas después de la última. El momento ideal para realizarla serían los meses fríos, en los que tenemos más seguridad de que no hay mosquitos. Posteriormente se realizan revacunaciones anuales (una sola dosis),  para continuar con la protección el resto de su vida.

Manejo de vacuna de leishamnia
Atemperar vacuna

RECORDAD: Las buenas prácticas diarias, junto a los avances científicos nos ayudarán a proteger a nuestras mascotas de esta enfermedad dolorosa, y muchas veces, mortal. 

Cuida a tu mascota y te protegerás a ti mismo.