¡Cuidado con las procesionarias!

En nuestra zona hemos empezado a ver los típicos bolsones que forman las orugas de las procesionarias en los pinos. Las larvas de la procesionaria tienen un comportamiento gregario, desplazándose por el tronco del árbol y por el suelo para buscar el alimento y luego volver al nido.
El peligro de estas orugas está en los pelos que poseen, con dardos urticantes que se liberan cuando la larva se agita.
Generalmente son los cachorros de perros o gatos los que, curioseando, chupan estas hileras de orugas, produciéndose fuertes reacciones alérgicas que pueden llegar a ser mortales. Otra forma de afectarse puede ser estando debajo del árbol por donde pasean las procesionarias.