AUMENTA EL NÚMERO DE GATOS EN LOS HOGARES ESPAÑOLES
Debido a los hábitos de vida actuales muchas personas deciden adoptar como mascota un gato en lugar de un perro. Siempre se ha dicho que un gato “no es un perro pequeño” y esto es así porque tanto por su carácter como por sus cuidados especiales son muy diferentes.
¿Es complicado cuidar un gato?
No. Pero es una responsabilidad que se va a prolongar muchos años. Va a necesitar una alimentación adecuada a cada etapa de su vida y una atención diaria de cepillado, aseo y juegos. Normalmente no lo sacaremos de paseo pero a cambio tenemos que estimularlo para hacer ejercicio. Cuanto más rico en estímulos sea el ambiente, más feliz será nuestro gato y más sano estará.
¿Qué tengo que saber antes de traerlo a casa?
Tanto si adquirimos un gato de raza en un comercio especializado, como si lo adoptamos en un albergue o de una camada casera, debemos asegurarnos de que tienen unas condiciones sanitarias mínimas. Exigiremos una Cartilla Sanitaria con las vacunas y desparasitaciones que tenga, así como análisis de enfermedades víricas, dependiendo de la edad que tenga.
¿Tienen muchas enfermedades?
Pocas serán contagiosas para las personas, pero las visitas periódicas al veterinario serán la garantía de que la salud de nuestro nuevo compañero y la nuestra no se verán amenazadas.
¿Qué obligaciones legales tengo?
Es obligatoria la identificación con microchip y recomendable la vacuna contra la rabia y otras enfermedades así como las desparasitaciones regulares tanto interna como externamente.
¿Qué obtengo a cambio?
Compartir nuestra vida con un gato es una experiencia muy gratificante. Los niños aprenden a respetar la vida y a implicarse en las responsabilidades de su cuidado. Los adultos descubrirán un auténtico tratamiento antiestrés.